Posiciones para dormir: 3 posiciones a evitar al dormir
Última revisión: Abril, 2024
El momento del descanso es fundamental para el bienestar físico y mental, y por ello es bueno prestar mucha atención a la posición que adoptas y la superficie sobre la que te acuestas.
Dormir bien es fundamental para llevar una vida sana y por ello la posición adoptada durante el momento de relajación también juega un papel primordial.
Al dormir o descansar en la cama, hay varios factores a considerar para lograr una relajación realmente útil y un sueño de calidad. Si, por una parte, es prioritario tener en cuenta todo el sistema de cama, por la otra, también es útil evaluar la posición que se adopta al dormir.
Posiciones incorrectas para dormir
Según lo declarado por la mayoría de los expertos en el campo del sueño y el descanso, las posiciones menos adecuadas para el cuerpo son las «boca abajo». Dormir boca abajo no sería recomendable, porque la cabeza, el cuello, los hombros e incluso la espalda, asumiría una posición no precisamente cómoda y capaz, a la larga, de acarrear diversos problemas o molestias localizadas.
La posición boca abajo es la que menos permite que la cabeza y el cuello disfruten de una postura natural, dando lugar en algunos casos a unas molestias nada agradables: cuando la cabeza y el cuello no están bien alineados, la incomodidad está detrás del ángulo y lo primero que debes hacer es reconsiderar la posición que adoptas durante la fase de descanso.
Aunque las posiciones boca abajo no son precisamente las más recomendables para dormir, muchos las adoptan, sin poder cambiarlas. Pero hay una ventaja en tomar esta posición: todos aquellos a los que les gusta dormir boca abajo también pueden prescindir de una almohada. Sí, dormir sin almohada no es bueno para todos, todo lo contrario. Se suele creer que dormir sin almohada es una fuente de beneficios, pero lo cierto es que quienes duermen boca abajo pueden hacerlo sin demasiadas consecuencias.
Las posiciones boca abajo (tanto la del brazo izquierdo debajo de la almohada como la del brazo derecho debajo de la almohada) deben, por tanto, evitarse, aunque muchos las encuentren especialmente cómodas y difíciles de abandonar. De hecho, se trata de posiciones que pueden afectar (a diferentes niveles) al cuello, pero también a la espalda y los hombros.
Posiciones para dormir. ¿Cuál es el mejor?
La discusión está abierta y todos tienen su opinión sobre cuál es la mejor posición para promover un descanso óptimo.
Muchos argumentan que dormir en posición fetal, luego acurrucado de lado, es ideal sobre todo para evitar que la espalda y el cuello se vean sometidos a la presión del cuerpo. Otros, en cambio, creen que el máximo beneficio se obtiene durmiendo boca arriba, con el estómago hacia arriba. Nuevamente, habría alineación espinal y consecuente descanso de calidad.
Casi todos coinciden en desaconsejar la posición boca abajo, esa que llevaría al cuerpo a asumir posiciones que no son naturales para toda la estructura física y que, continuada noche tras noche, podría dar lugar a diversos problemas.
La mejor posición para dormir. ¿Qué tan importante es la almohada?
La posición que uno asume durante la noche es fundamental, sin embargo, la almohada también merece atención, ya que siempre se elige con prisas y sin evaluar sus características. Dormir en la posición correcta, pero utilizando una almohada inadecuada, puede ser tan perjudicial como dormir en posiciones poco naturales para el cuerpo o parte de él.
Entonces, ¿qué tal considerar de inmediato una almohada válida diseñada para la comodidad diaria? Puedes optar por almohadas viscoelásticas, de gel, las octocervicales, entre otros modelos, ya que hay muchas opciones de donde elegir.
Dormir bien: la importancia del colchón
Uno de los culpables del sueño a menudo ineficaz es el colchón. El colchón es el responsable de un descanso de calidad, aunque necesita ser apoyado por un sistema de cama que también sea excelente.
Elegir un colchón es una decisión que no debe ser dictada por la prisa, porque es un artículo que dura años y si no es cómodo o adecuado a tus necesidades, corres el riesgo de tener que volver a comprarlo pronto, gastando además una cantidad considerable.
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